En un sistema airless, el fluido se bombea a alta presión a través de una boquilla de pulverización. En vez de aire comprimido, se pulveriza el propio fluido y, según pasa a través de la boquilla de pulverización, el fluido se atomiza.
Todos los profesionales de la industria del tratamiento superficial están de acuerdo en que el exceso de pulverización es una pérdida de tiempo y dinero. A continuación indicamos cuatro consejos que ayudan a maximizar el recubrimiento y minimizar el desperdicio.
La boquilla es el elemento determinante en el funcionamiento y rendimiento de un equipo de chorreado abrasivo. De sus características (tipo, longitud y diámetro) depende la cantidad y la velocidad del abrasivo proyectado, así como el caudal y presión de aire necesarios.
Tan importante es conseguir el acabado superficial deseado, como conseguir un equilibrio entre los costes y la efectividad del tratamiento con chorro abrasivo.
La mayoría de los contratistas saben que una manguera de pintura atascada provoca una baja productividad y es la responsable de tener que hacer repasos.