La mayoría de los contratistas saben que una manguera de pintura atascada provoca una baja productividad y es la responsable de tener que hacer repasos.
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A la hora de acometer los trabajos de pintado se aconseja observar el ancho del abanico de pulverización y revisarlo periódicamente. Si el ancho del abanico es irregular o si tiene dificultades para mantener un ancho de abanico uniforme y constante, puede que tenga un problema en la manguera.
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Con el tiempo, en las mangueras se produce una acumulación de residuos que hace que el diámetro interior se reduzca y provoca una caída de presión. El resultado es un ancho de abanico insuficiente e irregular al no llegar suficiente pintura y presión a la boquilla.
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En ocasiones el residuo adherido a las paredes de la manguera:
⊙ Puede llegar a cegar completamente la manguera.
⊙ Se puede desprender y atascar la boquilla de pintar.
Ambos casos provocan bajadas de productividad y le suponen al contratista un gasto de tiempo y dinero.
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》Para comprobar el buen estado de la manguera, antes de comenzar el trabajo:
Suelte la pistola.
Ponga a recircular el equipo.
Asegúrese de que por la manguera sale un flujo de pintura, constante y consistente.